La curcumina, un antioxidante natural, puede potenciar la autofagia y mejorar el mecanismo inflamatorio en la aterosclerosis.
CúrcumaSe ha demostrado que el cúrcuma, un compuesto de la especia, promueve la autofagia. Estudios preclínicos y clínicos sugieren que ayuda a combatir varios factores clave asociados con el envejecimiento degenerativo.
La importancia de la autofagia
El cuerpo tiene una forma natural de detectar, eliminar y reciclar el daño celular que se acumula con el tiempo. Este proceso se denomina autofagia y permite que las células eliminen sus desechos metabólicos.
Autofagia significa literalmente "autocomerse". En este proceso, las células absorben y descomponen componentes internos viejos y desgastados para dar paso a nuevos reemplazos. Esto ayuda a mantener el funcionamiento óptimo de las células.
El envejecimiento y una mala alimentación pueden reducir la tasa de autofagia. A medida que disminuye, los desechos metabólicos se acumulan dentro de la célula, lo que afecta su funcionamiento óptimo.
Estudios en células y animales han demostrado que, cuando la autofagia es deficiente, los organismos sufren envejecimiento prematuro, enfermedades crónicas y una menor esperanza de vida. En varios estudios con animales, la esperanza de vida se prolongó al potenciar la autofagia. Por ejemplo, un estudio demostró que la activación de la autofagia en ratones prolongó la esperanza de vida promedio en un 17,2 %.
Formas de estimular la autofagia
Estudios han demostrado que el ejercicio de resistencia, el ayuno intermitente o la restricción calórica pueden estimular la autofagia. Las anomalías metabólicas pueden provocar enfermedades crónicas. Las enzimas mTOR y AMPK desempeñan un papel clave en la regulación de la autofagia celular.
Cuando la ingesta calórica es alta, mTOR se activa e inhibe la autofagia, mientras que inhibir el exceso de actividad de mTOR puede aumentarla. La AMPK activa la autofagia. Estudios han demostrado que aumentar la actividad celular de AMPK mejora la salud metabólica y la longevidad.
La autofagia es más activa cuando aumenta la AMPK y disminuye la mTOR.
A medida que envejecemos, el proceso autofágico puede verse afectado o debilitado, con consecuencias devastadoras. La mayoría de las enfermedades crónicas relacionadas con la edad, desde las cardiovasculares hasta las neurodegenerativas y el cáncer, se asocian con una disminución de la autofagia.
La disminución de la función de autofagia puede conducir a enfermedades metabólicas, que perjudican aún más la autofagia y forman un círculo vicioso de envejecimiento acelerado.
Reducción del riesgo de enfermedades crónicas
Al promover la autofagia y combatir el estrés oxidativo y la inflamación,curcuminaPuede reducir el riesgo de múltiples enfermedades crónicas y relacionadas con la edad. Unos niveles adecuados de autofagia ayudan a reducir el riesgo de la mayoría de las enfermedades crónicas del envejecimiento, lo que sugiere que los beneficios potenciales de la curcumina también se extienden a otras enfermedades.
El deterioro cognitivo leve, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas se asocian con la acumulación de proteínas anormales en el sistema nervioso. La autofagia puede ayudar a eliminar estas proteínas.
En modelos animales de Alzheimer, la ingesta de curcumina indujo la autofagia y redujo la acumulación de placas amiloides. En modelos de Parkinson, se ha demostrado que reduce la acumulación de una proteína anormal llamada alfa-sinucleína y mejora los síntomas de la enfermedad.
La obesidad y el sobrepeso aumentan el riesgo de padecer enfermedades crónicas como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, cáncer y diabetes. La inflamación causada por la obesidad también puede acelerar el proceso de envejecimiento. Un metaanálisis de 876 sujetos aleatorizados a recibir suplementos de curcumina mostró una reducción del peso y del índice de masa corporal (IMC).
En estudios preclínicos, se ha demostrado que la curcumina tiene efectos beneficiosos sobre las enfermedades cardiovasculares, tanto en modelos diabéticos como no diabéticos. La activación de la autofagia ayuda a preservar la salud vascular y a proteger el corazón de daños. En un estudio con ratones diabéticos alimentados con una dieta rica en grasas, la suplementación con curcumina aumentó la actividad de la AMPK y la autofagia en el miocardio, mejorando así la función miocárdica general.
La curcumina promueve la autofagia y beneficia la salud.
Durante el proceso de autofagia, se eliminan los componentes celulares viejos y defectuosos para dar paso a los nuevos. Esto ayuda a rejuvenecer cada célula y a mantener su correcto funcionamiento.
La autofagia suele disminuir con la edad, lo que provoca la acumulación de partes dañadas y disfuncionales. La disminución de la autofagia contribuye a la mayoría de las enfermedades crónicas relacionadas con la edad, como la neurodegeneración, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
En modelos celulares y animales, mejorar la autofagia contribuye al envejecimiento saludable y aumenta la esperanza de vida.
Se ha demostrado que la curcumina, un compuesto de la raíz de la cúrcuma, activa la autofagia, rejuvenece las células y combate enfermedades relacionadas con la edad en modelos celulares y animales.
La curcumina puede prolongar la vida útil en los animales y ha demostrado su capacidad para mejorar la memoria, la salud cardiovascular y más en estudios en humanos.
Desafortunadamente, la autofagia beneficiosa disminuye con la edad, lo cual se asocia con muchas enfermedades crónicas. Modelos celulares y animales demuestran que potenciar la autofagia puede mejorar la salud y prolongar la esperanza de vida. Los compuestos de curcumina ayudan a potenciar la autofagia cuando se combinan con una dieta saludable y hábitos de actividad física.